Sanciones desproporcionadas

Es normal que se penalicen las acciones antireglamentarias en cualquier competición. Es más, estoy a favor de que se penalicen de forma especialmente dura las actitudes antideportivas. Primero porque en cualquier competición lo primero que no hay que perder de vista es que es solo eso, un deporte, y no hay que llevar al terreno personal las disputas que ocurren dentro de la pista. Si no te gusta la actitud de un participante respondele dentro de la pista y ganándole, así seguro que no se le olvida.

 

 

Actitudes como la que ilustra la foto de arriba, en el GP de Mónaco del 2006. En ella se ve un acto mezquino de un gran piloto (es una opinión, el que no este de acuerdo ya sabe donde se ponen los comentarios). Y es que este tipo de actitudes tienen que eliminarse del deporte, estos pilotos son el espejo de muchos jovenes y son como héroes para muchos de ellos. No creo que este comportamiento sea el más adecuado para ser imitado, y no es, ni mucho menos, uno de los valores que intenta inculcar esta competición. Por eso la sanción de mandar a Michael Schumacher al último puesto en la parrilla del GP de Mónaco (por si hay algún despistao) no me pareció exagerada, yo creo que se tenía que haber tenido un poco mas de mano dura con el Alemán, pero ya se sabe, la justicia no es igual para todos...

 

Pero en este caso vamos a hablar de las sanciones impuestas este año, que me han parecido, cuanto menos, desproporcionadas. La última fue en el pasado rally de portugal. Tras un primer susto el sábado, en el que el coche de Marcus Gronholm pesaba 5 kilos menos del mínimo reglamentario (luego se pesaron las piezas que, supuestamente había perdido durante el transcurso del tramo y el coche dió el mínimo establecido), el domingo saltó la polémica. Los comisarios técnicos, recelosos de la inspección del sabado llamaron a los dos Focus WRC de Gronholm e Hirvonen a inspección.

 

 

El resultado de la inspección fue rotundo, los dos coches debían de ser sancionados con una penalización en tiempo, ya que los cristales traseros de los dos Focus WRC 2007 medían 3 milímetros, cuando lo reglamentario es que midan 3,5 milímetros... Los dos coches de Ford, que habían finalizado el rally en 2ª y 3ª posición, tras la penalización iban a perder dos puestos, por lo que acabaron fuera del podio, 4º y 5º. Y yo digo: una cosa es que las verificaciones técnicas se tengan que llevar a raja-tabla, ¿pero es necesario sacar a dos coches del podio porque sus ventanillas traseras median medio milímetro menos de lo estipulado? (¿alguien se hace a la idea realmente de lo que es medio milímetro?). Yo no se que ventaja se podrá sacar realmente de esto, pero lo cierto es que los dos coches lo tenían. Por peso no creo que sea (¬¬) pero lo cierto es que la trampa estaba hecha, y si se arriesgaron por algo tan tonto sería por algo. Aunque tengo que decir que un error tan pequeño se podría pasar perfectamente como despiste de los fabricantes.

 

 

 

 

 

Pero no ha sido la única sanción desproporcionada de este año. En el GP de Australia de este mismo año Jarno Trulli se fue del box con un gato colgado (no voy a entrar en si fue culpa del mecánico por estar despistado, del tipo que sujeta la pizarra de "ready" o del propio Jarno). Pero lo cierto es que este despiste le costo a toyota 2000€, que mucha gente dirá: con los presupuestos que tienen los equipos de F1, no creo que 2000€ les hagan daño, pero lo cierto es que desde la organización se están intentando abaratar los costes de esta competición, y se están tomando medidas un poco drásticas por ello (véase el caso michelin...) plantarles 2000€ de multa por un despiste no parece lo más adecuado. ¿Que se debería hacer con los mecánicos que han apretado mal una rueda... etc.? no tiene demasiado sentido.

 

 

 

 

Ese mismo fín de semana el "novato" Hamilton fue multado con 200€ por pasarse el límite de velocidad en el box por 1,2 km/h... me sigue pareciendo una sanción desproporcionada. Yo creo que en todos estos casos, habría bastado con un toque de atención, porque no creo que una institución pierda autoridad por no castigar de forma tan severa unos comportamientos que ni mucho menos son merecedores de sanciones tan exageradas